Los orígenes de Roma.
El Imperio romano fue el más grandioso de la Antigüedad. Esta civilización nació en Roma, una pequeña ciudad ubicada a orillas del río Tíber en la península itálica. En pocos siglos, los romanos conquistaron inmensos territorios en Europa, Asia y África, a los que llevaron su cultura.
La península itálica: cuna de la civilización romana
La península itálica se encuentra situada en el sudeste de Europa. Por el norte limita con los Alpes; por el sur, con el mar Jónico; por el este, con el mar Adriático, y por el oeste, con el mar Tirreno. Su relieve está dominado por dos cordilleras: los Alpes y los Apeninos; esta última recorre todo su territorio de norte a sur. El resto de la península está formado por llanuras y colinas, donde los romanos encontraron condiciones adecuadas para su desarrollo; un clima apropiado para la agricultura y la ganadería, y la posición estratégica de la península itálica, que divicía el Mediterráneo en dos zonas y que, además, estaba cerca de África.
El lugar donde se fundó Roma era la fértil llanura del Lacio, un punto estratégico junto al río Tíber rodeado de siete colinas que garantizaban la seguridad del lugar. Las orillas del río eran pantanosas, lo que dificultaba los trabajos de agricultura, pero que ofrecía un fácil acceso al mar y posibilitaba un comercio marítimo fluido.
Los primeros pueblos
A partir del año 1200 a.C., la península itálica comenzó a poblarse con diversos grupos que se asentaron allí en sucesivas etapas migratorias.
En el norte de la península se establecieron los etruscos, un pueblo de posible origen anatolio. Hacia el siglo VIII a.C. conformaron una rica cultura que destacó en la metalurgia y el comercio. Los etruscos formaron una confederación de doce ciudades-estado.
En el año 753 a.C. un grupo de latinos provenientes de la ciudad de Alba Longa fundaron Roma a orillas del río Tíber. Años después, grupos de sabinos se les Unieron y propiciaron el crecimiento de la ciudad.
Hacia el siglo XIII a.C. pueblos indoeuropeos provenientes de Europa central (latinos, sabinos, samnitas, oscos, ecuos y volscos) se establecieron en la zona central de la península itálica y formaron pequeñas aldeas. Con el tiempo, se les conoció como pueblos itálicos.
Desde el siglo VII a.C. pobladores de diversas polis griegas fundaron colonias en el sur de la península itálica y en las islas aledañas. La región fue conocida como Magna Grecia y adquirió gran importancia militar y comercial.
La fundación de Roma
Roma fue fundada por los latinos en el año 753 a.C. y aunque creció cuando estos se fusionaron con los sabinos, fueron los etruscos quienes luego de conquistarla la transformaron en una importante ciudad. Los antiguos romanos también tenían una explicación mítica y heroica acerca de sus propios orígenes. Por ello, difundieron la leyenda de Eneas y sus descendientes, Rómulo y Remo.
La Monarquía
Desde su fundación hasta el siglo VI a.C., Roma fue gobernada por una monarquía. La tradición cuenta que hubo siete reyes: cuatro de origen latino (Rómulo, fundador de Roma, Numa Pompilio Tulio Hostilio, Anco Marcio) y tres de origen etrusco (Tarquinio Prisco, Servio Tulio y Tarquinio el Soberbio). Los historiadores suelen considerar a los cuatro primeros como legendarios, por la falta de fuentes históricas que confirmen su existencia.
Organización social
Durante la Monarquía, la sociedad romana estaba dividida en tres grupos los patricios, la clase más poderosa; los plebeyos, el sector sin privilegios, y los esclavos. Los patricios eran los propietarios de las tierras más aptas para la agricultura y poseían los cargos de gobierno.
La base de la organización social en Roma fue la familia. Las familias que se consideraban descendientes de un antepasado común formaban una gens. A su vez diez gens formaban una curia, y diez curias, una tribu. La Roma monárquica estaba constituida por tres tribus.
La familia romana no solo estaba compuesta por los parientes directos (esposa e hijos), sino por todas las personas que compartían un mismo hogar: El padre de familia o pater familias era el jefe del hogar y sacerdote del culto familiar. En el espacio doméstico, su autoridad era incuestionable y ostentaba la propiedad de todo lo que perteneciese a su casa. En el espacio público, el padre participaba en política y representaba a su familia ante otros pater familas.
Organización política
En lo político, había tres instituciones:
*El rey, que tenía funciones judiciales, administrativas, militares y religiosas. El cargo que desempeñaba no era hereditario.
* El Senado, que elegía al rey y lo asesoraba. Esta institución estaba formada por los jefes de las gens principales. Sus integrantes pertenecían a las familias patricias más poderosas y ocupaban su cargo de por vida.
*La Asamblea tenía derecho a aprobar o rechazar la designación del nuevo rey propuesta por el Senado. Estaba integrada por todos los varones adultos de las curias, pero los patricios eran los que tomaban las decisiones.
¿Sabías que...?
Los etruscos fueron los creadores de la primera gran cultura de la península itálica antes de la fundación de Roma. Construyeron edificios de piedra, calles pavimentadas, cloacas y acueductos, y fueron muy hábiles en la metalurgia del hierro. También sanearon pantanos, activaron el comercio terrestre y marítimo, cobraron impuestos en los cruces de caminos del Lacio y explotaron los bancos de sal del Tíber.