⭐Ankilosaurio. Lagarto acorazado 📘 aulamedia

Sello distintivo de esta especie era su piel la cual era como una armadura hecha de placas de huesos incrustados en su piel, tal como ocurre con los cocodrilos. Pero, además, tenía una cola gigantesca que acababa en un mazo. Esta tenía tal movilidad que la utilizaba para golpear a sus enemigos. Este animal era muy grande y duro como un tanque, aunque sus movimientos eran lentos. De todas formas, al ser vegetariano, no andaba buscando atacar a sus semejantes, pero quien lo enfrentaba, caso del Tiranosaurio Rex, le era muy difícil lograr vencerlo. En todo caso, quien se atreviera a causarle el mal humor, llevaba las de perder.

⭐Velociraptor. El asesino silencioso 📘 aulamedia

Dientes afilados, pies con garra de gancho de gran tamaño. Podría decirse que es el antepasado de algunas aves pues hubo un tiempo que tuvieron plumas que usaron en su defensa. Pero hay un pequeño detalle: es un asesino despiadado. Es más, su tamaño no era mayor que el de un perro, y aun así tenía la rapidez para perseguir presas más grandes que él gracias a sus dos patas alargadas. No creía en nadie, ni en sus congéneres a quienes podía atacar y matar. Se afirma también que podía cazar de noche. Eso sí, siempre cazaba en solitario para no compartir a su presa.

⭐Giganotosaurus. El asesino mayor 📘 aulamedia

El temible Giganotosaurus fue uno de los más grandes carnívoros de la Tierra. Su cola delgada y puntiaguda lo habría ayudado a equilibrarse y a hacer giros rápidos mientras corría tras su presa a velocidades de alrededor de 50 km/h. Se deduce que atacaba a presas lentas, y era más bien un depredador en emboscadas, aunque su mayor enemigo fue el Tiranosaurio Rex, a quien se parecía mucho físicamente y tal vez superaba en peligrosidad. Se guiaba con su gran agudo olfato para detectar a sus víctimas, y sus fauces llenas de dientes achatados y largos estaban preparados para desgarrar profundamente. No se hacía problemas, ataca, mataba y se comía a sus víctimas.