Francisco Pizarro, y Diego de Almagro se asociaron con el sacerdote Hernando de Luque, testaferro de Gaspar de Espinoza, importante banquero de Panamá, que financió la compañía conquistadora.
Pizarro encabezaba dicha sociedad pues llevaba varios años viviendo en América. Además, había formado parte de varias expediciones por Centroamérica, y el Caribe. Finalmente, el licenciado Gaspar de Espinoza fue quien corrió con la mayor parte de la inversión.