Moisés y el decálogo - aula[media]


La Biblia nos dice que Moisés y su pueblo llegaron al desierto de Sinaí y acamparon frente al monte del mismo nombre. Allí, Dios se manifestó, habló con Moisés y le entregó el Decálogo. Primero, Dios exigió a su pueblo que se purificara durante tres días. Entonces, tuvo lugar la teofanía o manifestación de Dios.

Los orígenes del monoteísmo - aula[media]

Los primeros asentamientos humanos tuvieron lugar en las riberas de ríos como el Éufrates, Tigris y Nilo. Estas tierras, por su fertilidad, se convirtieron en cuna de culturas que dejaron un legado importante para el desarrollo de la humanidad.
En el marco de esas culturas destaca la hebrea que asume aspectos culturales foráneos, los recompone y da un salto original en su cultura, especialmente en el ámbito religioso. Lo anterior al establecer inequívocamente el monoteísmo, realizar mejores construcciones (entre
lo religioso y lo astronómico) y crear un Dios con fuerte contenido ético, que trasciende del ámbito nacional al universal

El alfabeto Fenicio -aula[media]


El alfabeto fenicio es un antiguo alfabeto consonántico1​ que se utilizó para escribir el fenicio y otras lenguas cananeas (como el hebreo, moabita, amonita y edomita). Aunque sus 22 letras son todas consonantes, las escrituras más tardías se sirven de matres lectionis para representar algunas vocales.

El fenicio se convirtió en uno de los sistemas de escritura más utilizados al ser difundido por los mercaderes fenicios a lo largo del mundo mediterráneo, donde fue asimilado por muchas otras culturas que lo adaptaron a sus respectivos idiomas. El alfabeto arameo, una forma modificada del fenicio, es el precursor de los alfabetos árabe y hebreo modernos. El alfabeto griego (y por extensión sus descendientes, como el latino, el cirílico y el copto) deriva directamente del fenicio, aunque los valores de algunas letras se modificaron para representar las vocales.