El imperio estaba formado por una sociedad eminentemente teocrática y totalitaria, es decir, que el soberano era considerado como un dios y podía gobernar con un poder total, sin control alguno. Aun así, el poder político del Tahuantinsuyo estaba organizado de la siguiente manera:
El Auqui o Príncipe heredero
El consejo imperial
Los tucuyricujs
Los curacas