En el siglo XV, Santo Domingo se erige como el epicentro de la ocupación española en las Antillas, iniciando un ensayo de conquista y colonización en América. La explotación de la dócil población aborigen, sometida a esclavitud y encomiendas, acompañada por la búsqueda de oro, resulta en un drástico descenso demográfico. La conquista de islas cercanas se impone para obtener nueva mano de obra. Hacia 1530, agotados los yacimientos auríferos, la introducción de esclavos africanos marca un cambio. Las Antillas se especializan en cultivos tropicales. A pesar de los fracasos de Ojeda y Nicuesa, la colonización española perdura en las Antillas, aunque algunas islas son ocupadas por otras potencias, como Jamaica por Inglaterra en 1655.

La primera fundación en las Antillas fue la ciudad de Santo domingo, que se convirtió en el núcleo de la primitiva ocupación española de américa organizándose como factoría comercial bajo la administración colombina. Conflictos originados por la lucha de intereses privados y estatales promovieron el reemplazo de Colón y la transformación de la factoría en colonia bajo la administración posterior.

La experiencia de colonización en Santo Domingo, del mismo modo que la realizada anteriormente por España a mediados del siglo XV en las Canarias, resulto el primer ensayo de conquista y colonización española en América. Allí surgieron los puntos de partida de la administración colonial (cabildos, audiencias) que más tarde serían trasladadas al continente.

La dócil población aborigen antillana que practicaba una economía de plantadores, fue sometida a un duro régimen de trabajo, ya sea mediante la esclavitud generalizada o bien a través del sistema de encomiendas.

La incesante búsqueda de oro y la explotación de yacimientos auríferos conseguidas mediante el abuso de la mano de obra aborigen, condujo a un rápido y abrupto descenso demográfico en Santo Domingo. Por consiguiente, se impuso la conquista de islas cercanas (Cuba, Puerto rico, Jamaica) como fuente potencial de mano de obra.

Hacia 1530, el agotamiento de los yacimientos auríferos y la despoblación indígena tuvo como consecuencia la introducción de esclavos provenientes del África. Desde mediados del siglo XVI las Antillas se especializaron en la producción de cultivos tropicales y en la ganadería.

Establecimiento de los españoles en las Antillas y Tierra firme (1509)

Los europeos españoles hasta 1509, habían realizado la conquista de las Antillas del Actual archipiélago de las Bahamas, explotado posteriormente el continente americano propiamente dicho, las costas de América central hasta la florida (norte) y el ángulo de América central con América del Sur a la que se llamó “Tierra Firme”, es decir, las costas de Colombia, Venezuela y Centro América).

En 1508, la corona española dividió la región de Tierra firme en dos partes separadas por una línea, según el meridiano que atravesaba el golfo de Urabá, en el Darién (actual Panamá).

Los territorios situados al oriente del golfo fueron concedida al conquistador Alonso de Ojeda tomando el nombre de Nueva Andalucía y los adjudicados a Diego de Nicuesa con el nombre de Castilla de Oro.

Ojeda y Nicuesa fracasaron como conquistadores, pero sus proyectos de conquista fueron muy importantes como antecedentes para la posterior conquista del Imperio de los Incas del Perú.

Ojeda en 1509, funda la ciudad de San Sebastián en Nueva Andalucía, constituyéndose en la primera ciudad fundada en continente americano.

La colonización española de las Antillas comienza con la primera expedición de Colón (1492), complementándose la conquista del archipiélago en los primeros años del siglo XVI. En los posteriores siglos la mayoría de las islas más importante de las Antillas permanecieron bajo el dominio español, siendo posteriormente otras abandonadas u ocupadas por otras potencias coloniales, siendo el mayor ejemplo Jamaica, ocupada por Inglaterra en 1655. 

Conclusiones

La colonización de las Antillas, iniciada con la fundación de Santo Domingo, marcó el primer experimento español en América. La explotación de la dócil población aborigen, sometida a la esclavitud y encomiendas, impulsó la búsqueda de oro y provocó un descenso demográfico en Santo Domingo. La introducción de esclavos africanos, hacia 1530, cambió la dinámica laboral. A pesar de los fracasos de Ojeda y Nicuesa, la colonización española persistió en las Antillas. El agotamiento de los yacimientos auríferos llevó a la especialización en cultivos tropicales. A lo largo del siglo XVI, la mayoría de las islas antillanas permanecieron bajo dominio español, aunque algunas fueron abandonadas u ocupadas por potencias coloniales, como Jamaica, capturada por Inglaterra en 1655.