La Diosa Coatlicue. Colosal estatua de basalto encontrada en Tenochtitlan, que ahora se encuentra en el Museo Nacional de Antropología de Ciudad de México. La figura mide 3.5 m de alto y 1.5 m de ancho y representa a la diosa en su forma más terrible, con la cabeza cortada sustituida por dos serpientes de coral, que representan la sangre que fluye. Lleva un collar de manos y corazones humanos cortados con un gran colgante de calavera. También lleva su típica falda de serpientes entrelazadas, mientras que sus manos y pies tienen las grandes garras que utiliza para desgarrar los cadáveres humanos antes de comérselos.